No es fácil para muchas personas conocer a alguien que pueda
resultar interesante, pero cuando se encuentra y se decide iniciar una relación,
uno se aventura en un universo de experiencias novedosas y de complejos
sentimientos y emociones. Muchas personas desean encontrar una pareja y
establecer una relación sólida pero por otra parte, les da miedo adquirir un
compromiso.
1. Cuando deseo tenerte... y huyo de ti
2. ¿Por qué aparece el miedo?
3. ¿Qué personas son más vulnerables?
4. ¿Cuál es su modus operandi?
5. ¿Cómo afrontar el miedo al compromiso?
1. Cuando deseo tenerte... y huyo de ti
Madurez. El foco de motivación se centra principalmente en
encontrar una pareja.
El proceso de evolución sentimiental en el ser humano, parece
que sea un camino programado y fácil de seguir, pero en realidad es un
aprendizaje complejo.
Desde los primeros años de vida, ya nace el amor por las
personas cercanas y de las que existe una dependencia. En la infancia el vínculo
amoroso va dirigido hacia los progenitores y entorno familiar. El mundo del niño
se reduce al ambiente familiar, las personas que conoce y le rodean.
En la adolescencia ese vínculo se amplía al grupo de iguales,
se busca la cercanía y el placer con los amigos. Al llegar a la juventud, se
empieza a despertar la necesidad de compartir las experiencias con una pareja.
En la mayoría de las ocasiones, la necesidad de divertirse y
estar con los amigos es tan poderosa como la necesidad de estar con la pareja,
motivo en ocasiones de conflicto con uno mismo, ya que el individuo tiene que
empezar a entrenarse en tomar decisiones y aprender a establecer prioridades,
así como a saber compartir y organizar sus preferencias.
Será llegados a la edad adulta cuando el foco de motivación
se centra principalmente en encontrar una pareja. Claro está, que en primer
lugar no es fácil para muchas personas conocer a alguien que pueda resultar
interesante, pero cuando se encuentra y se decide iniciar una relación, uno se
aventura en un universo de experiencias novedosas y de complejos sentimientos y
emociones.
Muchas personas desean encontrar una pareja y establecer una
relación sólida pero por otra parte, les da miedo adquirir un compromiso.
2. ¿Por qué aparece el miedo?
El miedo surge ante la expectativa de cambio. Si una persona
se plantea que tener una pareja conlleva una valoración que resta, es decir,
existen más cosas que perdemos de las que ganamos, entonces tendrá más fuerza el
temor al fracaso que la expectativa ante lo positivo que está por venir.
El miedo es el resultado de un desajuste entre lo que tenemos
que afrontar y los recursos de los que se dispone. No solo es importante tener
los recursos necesarios para afrontar las situaciones, es primordial que la
persona sea consciente de la capacidad que posee y la lleve a la práctica.
Cuando la persona ignora sus propias capacidades, aparecen
los temores e inseguridades que hacen a uno más frágil y débil ante las
circunstancias. En estos casos, la persona tiende a huir porque no sabe como
responsabilizarse ni asumir las diferentes adversidades con las que puede
enfrentarse.
3. ¿Qué personas son más vulnerables?
Existen algunas características comúnes entre las personas
que les da miedo consolidar una relación de pareja. Estas personas temen el
compromiso con ellos mismos, con su autonomía, les asusta ser responsables de
sus actos y consecuencias, de tomar decisiones, de expresar sus opiniones.
La autonomía y responsabilidad son capacidades que se van
construyendo y aprendiendo con los años. La familia tiene un papel fundamental
en la formación de los recursos y capacidades del individuo. Así pues, una
educación protectora, permisiva o muy rígida impide al individuo desarrollar sus
propias estrategias de afrontamiento para valerse por sí mismo. La persona que
ha aprendido a establecer normas rígidas, lo hará también con su pareja. Será
exigente para compartir, dar y recibir del otro, y en el momento que la relación
no siga el curso esperado, vendrá la frustración y la ruptura sin dar
posibilidad de cambio.
La rigidez también lleva a que el individuo tenga la
necesidad de tenerlo siempre todo controlado. Ese control se pierde en el
momento que se comparte con una pareja el día a día y no se tienen las
estrategias adecuadas para afrontar las situaciones novedosas que van
apareciendo. Aparece entonces la inseguridad y el miedo que provoca angustia y
frustración y por ende, se tiende a evitar aquello que no se controla.
También existe en estas personas una dificultad para expresar
las propias emociones. Intentan no profundizar en lo que piensan y sienten de
forma que las conversaciones que mantienen tienden a ser superfluas para no
mostrar sus inseguridades y sentirse inferiores.
4. ¿Cuál es su modus operandi?
Generalmente el deseo de conseguir una relación estable les
hace ser buenos conquistadores, pero posteriormente su miedo a la intimidad les
creará confusión y empezarán a crear y a creerse excusas y argumentos contra la
pareja para poder escapar de una relación que inicialmente habían buscado.
Cuando surge el miedo a la intimidad, empiezan a crecer las
dudas y a buscar “fallos” en la pareja. En cierta forma, la falta de estrategias
y de conocimiento sobre uno mismo hace que se busque justificación a la propia
inseguridad y temores.
Como no se está preparado para asumir y abordar las carencias
que uno tiene, se busca en el otro fallos que alivien el malestar generado y así
comprobar que la causa del desconcierto es que la otra persona no es la
adecuada. Al final se buscará romper la relación para recuperar la estabilidad y
huir del descontrol.
Este proceso de búsqueda de pareja y rechazo al compromiso se
repetirá continuamente con diferentes parejas hasta que la persona asuma que
tiene que abordar sus limitaciones. El ciclo se conseguirá romper cuando la
persona se sincere consigo misma, afronte sus verdaderas necesidades y se
arriesgue al compromiso.
5. ¿Cómo afrontar el miedo al compromiso?
Es imprescindible aprender a hacer frente al miedo utilizando
nuevas estrategias de afrontamiento, ya que la evitación no resuelve el
problema.
- Hay que hacer frente a la situación conociendo y asumiendo
qué sucede y por qué sucede. Se debe contemplar la posibilidad de cambio sin que
ello implique una sensación de descontrol.
- La autoconfianza debe ser un camino que se inicie desde un
reconocimiento positivo de las capacidades y dificultades que uno posee.
Valorarse más uno mismo fortalecerá la seguridad en las acciones y decisiones
que se tomen.
- Es esencial aprender a expresar los temores y las
inseguridades. Saber exteriorizar las preocupaciones ayuda a fomentar una
relación de confianza y de mayor conocimiento entre los miembros de la pareja.
- También es importante conocer todos los miedos para
sanearlos con nuevos pensamientos más adecuados y ajustados a la realidad.
El miedo es una emoción que aparece cuando se percibe una
situación de amenaza y peligro. Cuando el miedo surge ante experiencias
placenteras y que aportan felicidad, estamos ante un miedo irracional que puede
causar mucha insatisfacción y frustración si no se intenta afrontar y combatir.