Es el amor equivocado que se siente con mayor intensidad que
el verdadero, el convencional que no genera problemas. El amor acrecienta
físicamente los sentidos, amplifica la percepción y nos pone en un estado de
éxtasis interna dificil de explicar en pocas palabras. Cupido y la flecha que
lanza puede producir un gran placer, pero no son pocos los casos en que el
dolor, la pesadumbre y la equivocación están también presentes.
Es el amor equivocado, si cabe el más intenso de todos.
Quienes se enamoran de adictos a las drogas o de personas con
desequilibrios mentales, son individuos que se enredan en situaciones de pareja
donde el amor es un fin a conquistar en sí mismo. Sueñan con salvar al hombre o
a la mujer que aman, y piensan que si él o ella cambiasen encontrarían la
recompensa en el amor compartido.
Esos enamorados sufren el amor equivocado y son capaces, en
la vivencia de ese enamoramiento intenso, de justificar la ira, la depresión, la
crueldad, la indiferencia, la deshonestidad o la adicción de sus parejas. Creen
que es posible el cambio y que de ellas mismas depende la solución del problema.